Hace más o menos 10 meses el presidente salió a atacar al magistrado Iván Velazquez por el episodio de alias Tasmania; luego de la investigación pertinente la fiscalía decidió que en el caso el complot no era dirigido a atacar al primer mandatario sino que, por el contrario, era un montaje de personas cercanas al presidente (lo suficiente como para llegar a él sin necesidad de pasar por los conductos regulares y convencer a su secretario para que dijera que no recordaba quien había llevado tan importante comunicación) para desacreditar al magistrado que había conducido a la cárcel a la mitad de la bancada de Gobierno.
Ahora sale Nancy Patricia Gutiérrez, quien todavía no ha acallado el trinar de pájaros y águilas en las cercanías de Guaduas, a decir que su proceso ha sido altamente vulnerado por actuaciones ajustadas a la ley del magistrado Velazquez. Por artera y mafiosa que parezca la manera en que ha sido puesta en conocimiento público la grabación no constituye por si misma un ilícito, lo que no pareciera ajustarse al ordenamiento jurídico es la reunión que mantuvo con uno de sus investigadores y de la que se derivó la grabación, en especial por su discreta petición:
- Juan Carlos Díaz (JCD): Ah, usted ya va adelante.
- NG: Pues imagínese, por qué no piden ustedes eso(...)
- JCD: Doctora, porque no lo pedimos nosotros, porque nosotros estamos imposibilitados en este momento para hacer cosas buenas.
- NG: ¿Por qué están imposibilitados para hacer cosas buenas?
- JCD: (...) Porque eso es así.
Pareciera que la ex presidente del congreso ya se dio por vencida en los estrados, de no ser así se habría decidido por la vía legal para que le garantizaran el debido proceso, pero parece que el único estrado en el que confía es desde el que se hacen los comunicados de prensa en el palacio de Nariño. Amanecerá y veremos que dice ahora el judicial.
Aprovecho para evitar suspicacias y decir que a mi el magistrado Velazquez no me ha invitado a tomar aguardiente.
