sábado, 28 de junio de 2008

pero al fin... ¿quién mató a Mamatoco?


El problema con la retórica de los culebreros es que dicen tantas cosas y tan rápido que logran que uno piense que están relacionadas.

Me contó alguna vez un amigo que en tiempos en que Laureano Gómez era senador y López Pumarejo Presidente, había también un boxeador mediocre que editaba un pasquín crítico del Gobierno, un día el improvisado editor apareció muerto en extrañas circunstancias, y tanto los periódicos de raigambre conservadora como el mismo senador Gómez se encargaron de llevar a la gente la tan sonada pregunta “¿quién mato a mamatoco?”. El senador empleó en algún debate una maniobra bastante “Uribesca”, convocó a un control político al presidente (en tiempos en que los debates del congreso se transmitían por radio) y cada tanto decía frases como… no hay duda del trabajo en (…) del doctor López, pero en el aire queda una pregunta, ¿quién mató a mamatoco?, y el presidente López. Nos dice… . En efecto luego de terminar el debate todo el partido conservador, y sus seguidores, estaban convencidos de que la extraña muerte de mamatoco había sido obra de la presidencia.

Así mismo, setenta y ocho años después trata, ya no la oposición, sino el mismo gobierno de meternos un gol retórico de increíbles proporciones, en su incursión el periodismo como moderador de un improvisado talk show en defensa del ministro Palacio el presidente nos presentó un elaborado argumento en contra de la corte suprema, que para que entendamos con calma partiré en dos, en primer lugar nos pregunta “¿por qué la sala penal de la Corte es tan diligente para investigar a algunos congresistas vinculados con paramilitares y no lo es tanto en el tema de las FARC?”. El cuestionamiento de fondo parecería ser que la Corte tiene, en alguna medida vínculos con las FARC o es proclive a ellas.

Sin embargo luego introduce la segunda parte del brillante argumento, “compatriotas, hagamos memoria, Salvatore Mancuso aseguró una vez que los paramilitares habían elegido el 30 por ciento del congreso… hace no mucho, dijo que tenían infiltrada la Corte, por qué no ha investigado eso?. En esta segunda parte comete un error y nos induce de nuevo a una conclusión que debería por lo menos despertar dudas respecto del papel de la corte. En primer lugar acusa a la corte por no investigar la infiltración paramilitar que aseguró haber logrado Mancuso, llama la atención que todo un doctor en leyes no sepa que la Corte no se investiga a si misma, sino que su juez constitucional es el congreso, que dada su mayoría uribista no debería tener mayor reparo en hacerlo. Y en segundo lugar nos induce a pensar que así como Mancuso habló de infiltración en el congreso y se pudo probar que era cierto debe serlo también la supuesta infiltración de la Corte.

Lo paradójico es que siguiendo las dos partes del discurso del presidente se llega a la brillante conclusión de la que hablé antes, Mancuso y los paras lograron infiltrar la corte, y con ello lograron que no se investigaran los nexos de la guerrilla con algunos políticos sino que además se investigara y condenara a los aliados de los paramilitares. Si la lógica de José Obdulio funciona, Mancuso y los paramilitares son, sin lugar a dudas unos imbeciles, o tienen intereses que a las inteligencias no superiores se nos escapan de la imaginación.

Pero no sólo a este evento se limita la sofística presidencial, que ahora ha decidido vender el sofá ante la infidelidad de Yidis. Nos dice la Corte que se debería revisar la constitucionalidad de un acto legislativo, que por derivarse de un acto delictuoso debe ser por lo menos ilegítima, pero el notable culebrero nos dice que entonces convocará a un referendo para revalidar su victoria en las elecciones presidenciales de 2006, lo que no le han dicho a este doctor en derecho es que lo que se está cuestionando no es la votación, que la duda no está en como se consiguieron ni en como se contaron los votos, cosa distinta sería y el señor Misael Pastrana hubiera dicho lo mismo, sino en la validez de su postulación a la presidencia, es decir que la única forma de enmendar ese desliz de legitimidad derivado de la Yidispolítica sería, en efecto, repetir las elecciones pero sin que él se presentara como candidato (que es lo que le están cuestionando señor presidente).

Será que con el anticipado referendo refrendatorio lo que buscan es anticipar la re-reelección.

Nota: El cachaco se disculpa por la tardanza de esta entrada, pero con el vértigo de la actualidad del país cada vez que me sentaba a escribir sobre algo ya había una nueva noticia aún más complicada.

1 comentario:

David Osorio dijo...

Ni yo mismo lo habría podido decir mejor.

Ya iba a hacer una entrada sobre esto, pero se me adelantó.

Felicitaciones por el Blog.

Se ve prometedor y hasta el momento, llena expectativas.

Lo invito a pasarse por el mío (http://de-avanzada.blogspot.com) y que me diga, qué piensa.